¿Qué viene ahora para Trump y Musk tras su disputa? estas son las consecuencias y cómo podrían verse afectados
Trump y Musk se posicionaron como una de las duplas más poderosas en Estados Unidos. Hoy, todo es diferente. Estas son las consecuencias de su disputa.
A inicios de año, Donald Trump y Elon Musk se posicionaron como una de las duplas más poderosas de Estados Unidos. Tras ser uno de sus principales donantes y aliados, el magnate de Tesla se convirtió en asesor informal del republicano, una vez que este regresó a la Casa Blanca. Musk participó activamente en su entorno e, incluso, fue nombrado director del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés).
No obstante, esta alianza duró poco. A escasos meses de recuperar la Casa Blanca, Elon Musk se convirtió en “una carga política” para Donald Trump, lo que causaba frustración en gran parte del poder ejecutivo. Las tensiones comenzaron a crecer con la revelación de nuevos aranceles, que, eventualmente, terminarían por perjudicar los negocios de Musk.
Con el conflicto de intereses, aunado a las diferencias ideológicas y económicas, los rumores de un distanciamiento empezaron a surgir. A inicios de abril, una fuente con conocimiento en el tema reveló que, una vez finalizado el período de 130 días como empleado gubernamental especial, Musk se distanciaría de la Administración Trump. Así fue.
BREAKING: Pres. Trump has indicated to top advisers that Elon Musk could be taking a step back from his current role in the administration, sources familiar with the matter told @ABC News.
— ABC News (@ABC) April 2, 2025
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¿Qué viene ahora para Trump y Musk tras su disputa? estas son las consecuencias y cómo podrían verse afectados
Tras meses de aparente alianza, Elon Musk abandonó su cargo como director del DOGE a finales de mayo. Si bien su despedida estuvo llena de elogios mutuos, la relación terminó por romperse de forma pública y escandalosa cuando el empresario tomó sus redes sociales para criticar la agenda legislativa de Trump, tan sólo dos días después de haber abandonado su cargo.
Según Musk, Trump traicionó sus promesas fiscales, mientras que Trump calificó a Musk de “loco” y lo amenazó con cortar los contratos gubernamentales de sus empresas. El enfrentamiento se volvió más personal cuando Elon reveló que Donald estaba involucrado en los archivos de Jeffrey Epstein. Trump no se quedó callado y aseguró que el magnate consumía ketamina.
Este enfrentamiento no ha hecho más que dejar a la política estadounidense en vilo. Según explican analistas de Telemundo, la pelea traerá importantes consecuencias para ambos bandos. Por su lado, el futuro de las compañías de Elon Musk, como Tesla y SpaceX, podrían verse afectadas, al igual que los programas gubernamentales que dependen de su tecnología, mientras que Trump pierde a un aliado muy poderoso en el ámbito digital y tecnológico e, incluso, financiero.
A nivel partido, la disputa genera una división dentro de los conservadores, pues muchos simpatizantes de Trump también son admiradores de Musk. Bajo esta línea, la disruptiva no hace más que obligar a los votantes y donantes a tomar partido a medida que una imagen de inestabilidad política crece.
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