Aprobados y suspensos de España en la final de la Nations League: Morata pierde el tie-break

España encontró la horma de su zapato. Portugal tiene unas bandas magníficas, con Nuno Mendez y Leao por un costado y Joao Neves y Neto o Bernardo, por el otro. Un rival temible que ofreció resistencia. Ambos equipos brillaron, y por momentos deslumbraron, y los defensas sufrieron mucho para parar especialmente a cuatro jugadores: Lamine, Nico, Leao y Nuno Mendes. El duelo acabó en los penaltis, lo que en el tenis sería el tie-break. Así que fue el domingo de la emoción, con Alcaraz en París y la Selección en Múnich.

Unai: El empate (1-1) de Portugal llegó de un zurdazo de Nuno Mendes, que encontró un carril dentro del área. Simón cayó al lado por el que entró el balón, pero la pelota iba muy rápida y no pudo atajarla. En el segundo de Portugal, Cristiano le remató a cañón tocante. Imposible para él y para cualquier portero.

Mingueza: Lo pasó regular con Neto, que es una bala. Lógicamente notó la falta de acople con sus compañeros, porque juega menos que otros. La verdad que suplir a Carvajal, que es el titular de la plaza en esta Selección, no es fácil para nadie.

Le Normand: En la jugada del gol de Nuno Mendes le faltó un centímetro para meter en fuera de juego a Cristiano, pero la jugada fue muy rápida. Mezcla muy bien con Huijsen porque le aporta lo que él no tiene: salida de balón y velocidad en el cruce. Pero posicionalmente, para fijar al punta, Robin es de lo mejor.

Huijsen: Magnífico creando juego y atento en defensa. Tiene una clara vocación ofensiva y mucha precisión en el pase largo. Pero lo que más destaca de él es su madurez. En España le hemos visto en cuatro partidos que han sido cuatro finales, y no se ha rajado en ninguna. Bueno para el Madrid.

Cucurella: Estupendo y presente en todas las jugadas, ojalá todos tuvieran esa capacidad suya para no soltar nunca el hueso. Lo que hace contagia a los demás, que por vergüenza torera se animan a seguirle el ritmo. Es un fenómeno.

Zubimendi: Contra Francia jugó bien y ante Portugal, aún mejor. Además, encontró el premio del gol. No es fácil entrar en un equipo a ocupar la plaza que venía ocupando el Balón de Oro. Pero él lo ha hecho y ha superado la prueba con buena nota. Es como la sal, no se ve pero si falta se nota.

Pedri: No estuvo tan brillante como en otras ocasiones, pero no se puede ser el rey-sol todos los días. Aún así, es relevante lo que ha ganado en presencia, que es una consecuencia de su cambio físico y de su mayor resistencia. Un gran jugador siempre.

Fabián: Jugó lastrado por una tarjeta, pero como siempre estuvo a un gran nivel. Hay que valorar su capacidad para hacer mejores a todos los que combinan con él. De los españoles es quizás el que tiene más desarrollado el sentido de equipo.

Lamine: Es distinto a cualquier otro. Cada balón que toca es un tesoro. Genera mucho juego para el equipo y crea peligro por si mismo. Y lo hace todo a una velocidad exclusiva de los elegidos. Cumplirá 18 años en julio y le quedan muchos de reinado. Se tuvo que marchar en la segunda parte de la prórroga, cansado y reventado a patadas. A partes iguales.

Oyarzabal: Marcó el 2-1 y otro gol para la colección. Impresionante su capacidad para reciclarse al puesto que más necesita el equipo: el ‘9’. Un toque sutil entre los centrales propio de un gran especialista. Pudo hacer el tercero tras un taconazo de Isco, pero estaba en fuera de juego.

Nico: Rapidísimo, vertical y ambicioso. Está en plenitud, pero se ve obligado a terminar muchas de sus propias jugadas porque no tiene un ariete que le acompañe hasta el área rival. Eso le resta fuerza, y por lo tanto también precisión, en el último remate.

Suplentes

Isco: El ratito que jugó dejó dos perlas: un tiro a la escuadra que sacó el portero rival, Diogo Costa, y un pase filtrado a Oyarzabal al que el realista no llegó por los pelos.

Merino: Salió a ocupar el medio, pero con la misión real de acercarse al gol.

Baena: Es muy bueno y muy broncas, ambas cosas a la vez. Tiene que controlar ese genio porque pudo dejar a España con diez en la prórroga. No fue de roja, cierto. Pero los árbitros tampoco necesitan mucho para equivocarse.

Porro: Desbarató en el último segundo una jugada de Leao que hubiera sido definitiva, ya en la prórroga. Le toco bailar con la más fea en el peor momento del partido. Pero también dejó un detallazo con una vaselina desde el centro del campo que Diogo no se tragó de milagro.

Yeremy Pino: Apenas pudo entrar en juego, pero no pudo aprovecha su velocidad por la falta de espacios que hubo al final del partido.

Morata: Álvaro Morata merece el mayor de los respetos de sus compañeros y de toda la afición. Podrá tener un día mejor o peor, pero siempre se deja el alma. Falló el penalti porque se atrevió y lo tiró. Mala suerte.

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