

El español y Sinner se sometieron a una brutal y a la vez bella tortura. Parecían la máquina que el padre de Agassi construyó para devolver bolas a su hijo sin descanso.
El español y el italiano, que se repartieron los Grand Slams en 2024, no han jugado todavía ninguna final entre ellos por un ‘major’.
El murciano, que buscó inspiración en la placa que el torneo ha dedicado a Rafa Nadal en la Chatrier, deshizo a Musetti con el espíritu del indomable.
En su 90 aniversario, la carrera presume de los protagonistas que han construido su mística, sigue explorando otros países como Italia y piensa ya en conquistar Canarias.
Hacen bien, ciudad y tenista, en quitarse con un homenaje el regusto amargo que dejaron sus últimos partidos en Roland Garros.
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