La ciudad que ofrece pisos gratis durante 15 días: “Mucha gente nos dejó...”
Eisenhüttenstadt, junto a la frontera con Polonia, ofrece esta posibilidad a través de un programa contra la despoblación. Fue la primera ciudad fundada en Alemania tras el periodo nazi.
La despoblación es un problema latente en muchos países de todo mundo. Rincones que ofrecen menos oportunidades laborales o que, tras una época de mayor esplendor, viven ahora a la sombra de otras grandes urbes que le han pasado por encima. Es el caso de la ciudad alemana de Eisenhüttenstadt, que busca captar a nuevos vecinos con una atractiva propuesta.
Su ambicioso programa Probewohnen ofrece, entre otras cosas, la posibilidad de disfrutar de alojamiento gratuito en el centro de la ciudad durante dos semanas en el mes de septiembre. Pero no solo eso, también la posibilidad de reunirse con potenciales empleadores, tardes de encuentro en un pub local y excursiones por una región de bosques junto a la frontera con Polonia.
Una ciudad que, pese a contar en la actualidad con más de 20.000 personas, vivió sus días de oro antes de la caída del Muro de Berlín. El municipio, literalmente, significa ‘ciudad de la fundición de hierro’. Y, ahora, busca hacerse fuerte con este proyecto inspirado en otros llevados a cabo en zonas de Alemania del Este.
“Mucha gente nos dejó buscando trabajo, sobre todo los jóvenes. Estamos en un momento en el que intentamos atraer a nuevas personas para asegurar el futuro de nuestras empresas y el atractivo de la ciudad”, explica el alcalde de la ciudad Frank Balzer, a The Guardian. Su origen se remonta al año 1950, cuando fue fundada por la República Democrática Alemana como un modelo de ciudad planificada socialista. Durante un tiempo llevó el nombre de Stalinstadt (entre 1953 y 1961), en honor al dictador soviético Iósif Stalin.
Desde que se anunciara el mes pasado el teléfono no ha parado de sonar. Ya hay más de 500 candidaturas y el plazo seguirá abierto hasta el próximo 5 de julio. Julia Basan, al frente del departamento de desarrollo económico, asegura que, debido a las leyes laborales, los alemanes y europeos contarán con mas posibilidades. Pero las puertas de esta ciudad están abiertas para todos.
Una ciudad ligada al acero
Eisenhüttenstadt fue la primera ciudad fundada tras el periodo nazi, partiendo de una visión socialista de cómo el trabajo y la vida familiar se podían combinar en un entorno adecuado para el bien común. Así nació, tras la Segunda Guerra Mundial, la gran planta de acero sobre la que creció la ciudad.
Pero, tras varios intentos de diversificar la producción más allá de este elemento, corría el riesgo de quedar en un pueblo fantasma si finalmente tenían que cerrar la planta. A día de hoy, casi desde cualquier punto de la ciudad se pueden ver las chimeneas de esta fábrica de acero expulsando humo blanco. Incluso, un mural recuerda la tradición de la ciudad.
Ahora, los aranceles de Donald Trump pueden suponer un problema añadido. Si bien no directamente a la producción local, que va principalmente al resto del país o a Europa del Este, sí a su empresa matriz, ArcelorMittal, que gestiona la transición hacia un acero con menor huella de carbono.
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